Sobre Envido








Por Arturo Armada.

Bajo un curioso nombre por tratarse de una “Revista de Política y Ciencias Sociales”, entre julio de 1970 y diciembre de 1973 se desarrolló un proyecto editorial, dirigido por Arturo Armada e integrado por un grupo heterogéneo de intelectuales vinculados con la Universidad de Buenos Aires (UBA) -especialmente con su Facultad de Filosofía y Letras- y con la militancia política y social.
Estamos hablando de la revista ENVIDO que, identificada con el peronismo revolucionario, se autopresentaba como una publicación de política y ciencias sociales que pretendía aportar herramientas teóricas para el análisis de la realidad nacional, evadiendo las categorías mecanicistas y eurocéntricas del marxismo en boga en la década del 70.

En una jugosa polémica con José P. Feinmann, en El Ojo Mocho, enero de 2002, Armada describía así a la revista: “Fue la expresión esforzada, dolorosa, ingenua y tributaria de una época que contenía en su vientre político un conjunto de ilusiones, sustentadas por un grupo de veinteañeros que creían que habrían de convertirse en los Marx latinoamericanos del siglo XX; y que llegarían a hacerlo en un gran país, un país ejemplo para las luchas nacionales de liberación y las batallas por la revolución social de toda América e incluso el tercer mundo”

Esta descripción, elogiada e incluso citada repetidamente por el propio destinatario de las duras críticas de Armada (J. P. Feinmann), que también integró ENVIDO desde el primer número, fue retomada posteriormente por otro de sus miembros, Horacio González -el director de la Biblioteca Nacional durante el kirchnerismo- y trata de reflejar cómo la publicación fue condicionada por el torbellino cultural que sacudió al mundo, a Latinoamérica y a la Argentina durante los sesenta y los setenta.

El objetivo de esta publicación íntegra de sus contenidos y del reportaje a quien fuera su cabeza es recuperar esa experiencia editorial y militante porque creemos que ocuparnos en su lectura contribuye a elucidar aspectos de la primera mitad de la década de 1970 que todavía no han sido analizados en profundidad y que complejizan las lecturas realizadas sobre aquellos años. En general, las investigaciones y los libros y artículos publicados hasta ahora se han centrado en el papel de los actores juveniles preferentemente a partir de su participación en acciones directas y en la lucha armada. Entre otros fallos, se ha identificado al peronismo revolucionario juvenil (el de la “Tendencia”) simplemente con la conducción de la Organización Montoneros y con sus agrupaciones de superficie (JP de la regionales, JUP, JTP, Movimiento Villero Peronista, Adup, etc.) cuyos serios errores políticos fueron preludio y concausa de los años de represión y genocidio de la dictadura cívico-militar que asoló al país entre 1976 y 1983.

Conocer en forma directa el contenido de los artículos de la revista en esos cuatro años cruciales permitirá revelar hasta qué punto no todas las juventudes peronistas de izquierda eran un conjunto homogéneo y cómo no todas adhirieron a la vía armada con la misma intensidad, sino que también desarrollaron otras formas de participación para llevar a cabo un cambio social y político revolucionario, tales como la discusión teórica y la elaboración de proyectos sobre política universitaria, economía y vivienda, entre otras. Las tensiones originadas en el seno de la juventud y reproducidas profusamente en artículos y documentos por ENVIDO derivaron en procesos de disidencia que fueron gestados a priori como una opción no sólo racional sino también confrontada con años de experiencia en la lucha política y que no fueron generadas a posteriori como defección a, o rechazo de las políticas autodestructivas de los Montoneros a partir de 1973.

En otras palabras, estos textos, ahora y aquí recuperados, dejan constancia del siguiente fenómeno: en el ámbito de la revista se generaron espacios de discusión y sociabilidad que propiciaron un pensamiento político que, en pocos años, llevó a muchos de sus miembros a alejarse paulatinamente de la “Tendencia Revolucionaria” e incorporarse a la Juventud Peronista Lealtad entre fines de 1973 y mediados de 1974 (o bien alejándose de esa organización armada sin adoptar otras denominaciones, puesto que esa denominación de “Lealtad”, estuvo muy circunscripta a Buenos Aires y el Litoral).

La inclinación hacia el “movimientismo” expresada en líneas generales a lo largo de toda la revista -incluso en el último número- entraba en colisión con el “nuevo planteo” de la conducción de Montoneros hacia fines de 1973. Para entonces, los jefes de la organización mantenían una intensa disputa con Perón por la conducción del Movimiento Peronista y se militarizaban cada vez más en un proceso que los llevaba a automarginarse de la población. Planteaban que había dos proyectos divergentes en el seno del movimiento de masas: el de Perón (“nacional burgués”) y el de ellos (la conducción montonera), que era el proyecto “socialista”.

Para los miembros de ENVIDO una postura semejante implicaba un claro retroceso a posiciones político-ideológicas previas a las discusiones y las elaboraciones que habían sostenido en la revista durante cuatro años o incluso en las “Cátedras Nacionales” de Sociología de la UBA. Algo similar ocurrió a nivel de la militancia territorial, sindical y villera.

Las páginas de ENVIDO mostrarán el meollo de esta confrontación.

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